En esta vivienda de Cubelles diseñamos una cocina en L pequeña, funcional y llena de encanto. Un espacio pensado para aprovechar cada rincón, con un aire mediterráneo, fresco y cálido que conecta con el estilo de la vivienda.
El corazón del proyecto está en el mobiliario Inko, con un enmarcado ligero que aporta carácter y equilibrio visual. Su diseño combina estética y funcionalidad, ofreciendo soluciones prácticas sin renunciar a la elegancia.
La encimera de Neolith Everest, con su tono cremoso y vetas suaves, aporta luminosidad y una textura natural que realza el conjunto. Los detalles dorados y una esquina de apoyo y desayuno completan el espacio, invitando a disfrutar del día a día con comodidad y estilo.
Tal y como nos dijo nuestra clienta: «El diseño es excepcional y puedo afirmarlo puesto que mis invitados concluyen siempre lo mismo: aún sin conocer el espacio todo es intuitivo y práctico.»
Este proyecto forma parte de una reforma integral que realizamos junto a la propietaria, quien confío en nosotros para transformar la cocina y la terraza al mismo tiempo, logrando una conexión visual y sensorial entre interior y exterior.
Durante todo el proceso, nuestro jefe de obra acompañó al cliente en cada decisión, coordinando al equipo reformista y cuidando cada detalle de la ejecución. El resultado es una cocina funcional, acogedora y equilibrada —un espacio que refleja la esencia de vivir bien.








